Predicadora: Blanca Roldan
Febrero 22 2020
Joel 2, 12-13
««Mas ahora todavía – oráculo de Yahveh – volved a mí de todo corazón, con ayuno, con llantos, con lamentos.» Desgarrad vuestro corazón y no vuestros vestidos, volved a Yahveh vuestro Dios, porque él es clemente y compasivo, tardo a la cólera, rico en amor, y se ablanda ante la desgracia.»
–1. Volved a mi de todo corazón Se anuncia el sentido a la exhortación
Dios nos pide que regresemos a casa cambiemos el senito de nuestra marcha
a. Este es un toque de trompeta ( como las campanas de la Iglesia) que nos anuncia Vuélvanse.
b. Advertencia para el alma. (Alarma para sacudir el corazón, hacer que se recupere el ritmo natural, para lo que fuimos creados).
El objetivo es el arrepentimiento. Se requiere A fin de ser limpios del pecado, debemos ejercer fe en Jesucristo para arrepentimiento. Cuando nos arrepentimos sinceramente, podemos recibir una remisión de pecados, lo cual trae gozo y paz de conciencia a nuestra alma. Podemos retener la remisión de pecados a lo largo de nuestra vida al guardar fielmente los mandamientos de Dios y al amarnos y servirnos unos a otros.
Todos debemos ser llevados de nuevo al corazón de la Comunidad para construirla nuevamente. Esto es al cuerpo de Cristo, donde cada uno de nosotros hacemos parte y construimos iglesia. La Iglesia que somos cada uno de nosotros. Por eso necesitamos:
c. Reunirnos
d. Ser santificados.
e. Convocar a los perdidos, a los separados y a los desterrados.
El arrepentimiento nos permite unirnos para construir el Reino de los Cielos y recoger una parte de la cosecha (frutos del Reino, frutos del Espíritu Santo: «En cambio el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, afabilidad, bondad, fidelidad, mansedumbre, dominio de sí; contra tales cosas no hay ley” Gálatas 5, 22-23). Esta cosecha es una ofrenda sagrada a Dios. A Él le interesa que nosotros seamos esa ofrenda viva.
–2. Cómo lo hacemos? Con ayuno, llantos y lamentos.
A través del ayuno reflejamos la imagen de Dios. Nos preguntamos ¿Cómo reflejamos esa imagen divina? Siendo constructores del Reino de Dios, siendo reconciliados, siendo hacedores de paz, embajadores de Cristo.
«a la Iglesia de Dios que está en Corinto: a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos, con cuantos en cualquier lugar invocan el nombre de Jesucristo, Señor nuestro, de nosotros y de ellos gracia a vosotros y paz de parte de Dios, Padre nuestro, y del Señor Jesucristo…»
1 Corintios 1, 2-10
Estos días de inicio de cuaresma son para que nosotros nos convirtamos en la imagen de Dios en ser santos. Este es el verdadero ayuno.
Isaias 58, 3-4
«¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. He aquí que para contiendas y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto.”
–3. Es una proclamación de Yahvé, que es misericordioso, compasivo, lento a la cólera, rico en piedad.
Nosotros debemos convertirnos en bendición para él otro, para mi semejante, para el que esta próximo a mi. Nosotros debemos convertirnos en bendición para el otro, que vean en mi la misericordia de Dios.
Somos constructores de Reino de Dios que recibimos la gracia y el poder de la misericordia de Dios, que construye la vida humana, que estaba consumida por el pecado. ¿Qué debemos hacer para unirnos y ser constructores?
1. Doblegar Voluntades. 2. Tomarnos de la mano con el Semejante. 3. Caminar juntos en la presencia de Dios.
**¿Cómo debemos hacerlo?** Desapareciendo:
orar en secreto, intimar en Dios, ayunando; el ayuno nos lleva a la misericordia. Las antiguas prácticas cuaresmales que son la oración, ayuno, limosna y obras de misericordia, debemos interiorizarlas. De esta ejercicio nos aprendemos sobre la humildad y obediencia que nos permite el REGRESO A DIOS.
Conclusiones:
-Desgarrar nuestro corazón nos leva a desprendernos, hasta desaparecer nuestro ego, nuestra voluntad para que aparezca plenamente nuestro creador en nosotros, su gracia, su amor y esperanza. Desde aquí empezamos a reconocer al otro, que piensa distinto de mi y que en él esta encarnada la imagen de Dios.
-El objetivo de la Cuaresma es que el pueblo florezca, con el florecimiento de cada uno de nosotros, esto es alentador porque Dios a través de su Hijo Jesucristo nos da un corazón nuevo que se imana a los demás, se expande a los demás, para fortalecer los vínculo de unidad de fraternidad.
-Cuaresma es Recordar que estamos reconciliados en la Cruz con Cristo Jesús, convirtiéndonos para que unidos construyamos.