“Porque el dolor que es según Dios, obra arrepentimiento saludable, de que no hay que arrepentirse; mas el dolor del siglo obra muerte.
«En efecto, la tristeza según Dios produce firme arrepentimiento para la salvación; más la tristeza del mundo produce la muerte.»
El remordimiento, si bien siente “dolor” por lo actuado mal, no cambia su orgullosa postura, en cambio el arrepentimiento es un cambio total y una entrega completa a Dios.
El dolor de acuerdo a la voluntad de Dios, tendiendo a la gloria de Dios, y obrado por el Espíritu de Dios, hace que el corazón humilde, contrito, sumiso, dispuesto para mortificar todo pecado, y para andar en novedad de vida. Y este arrepentimiento está relacionado con la fe salvadora en Cristo, y un interés en su expiación. Hay una gran diferencia entre este dolor de Dios, ¡y la tristeza del mundo. Se mencionan los felices frutos de verdadero arrepentimiento. Cuando se cambia el corazón, se cambiará la vida y acciones.
¿Qué es la culpa?
El sentimiento de culpa esta presente dentro de los criterios diagnósticos de depresión. En los procesos de duelo complicado y estrés postraumático, los elemento de culpa están presente.
La culpa tiene unas acciones ligadas a ella que son: arrepentimiento, expiación, reparación y perdón.
La culpa es la emoción que se siente cuando se ha cometido algún acto en el que se ha dañado a alguien o algo, o bien se ha roto algún código moral. También es un sentimiento que se puede sentir, no porque se ha dañado o roto algo, sino ante el temor a ser castigado por haber infringido alguna norma impuesta por terceros.
Nadie escapamos de la culpa desde la infancia la experimentamos cuando robamos una galleta o decimos una mentira. Esta palabra hebrea es asham cuyos derivados tienen tres dimensiones:
CULPA VERDADERA EN EL ANTIGUO TESTAMENTO
Después que David adulteró con Betsabe clamó a Dios diciendo: “Contra ti, contra ti solo he pecado y he hecho lo malo delante de tus ojos” Salmo 51,4. Aquí la culpa verdadera es resultado del pecado. Somos creados a imagen y semejanza de Dios y diseñados para reflejar el carácter divino en todo lo que hacemos. Por tanto la culpa resulta de cualquier acto que cometemos contra lo que es Dios. 2 Samuel 24,10 “»Después de haber hecho el censo del pueblo, le remordió a David el corazón y dijo David a Yahveh: «He cometido un gran pecado. Pero ahora, Yahveh, perdona, te ruego, la falta de tu siervo, pues he sido muy necio.»»
La culpa es la condición en que estamos cuando pecamos. La culpa es un hecho no un sentimiento. Según la Palabra, todos somos responsables de nuestros comportamientos, daremos cuentas a Dios. Esto se aplica a la vida cotidiana. Levitico 7,1-6
La culpa verdadera exigia un pago sacrificial por violar la voluntad escrita de Dios. Dios ordeno una expiación por violar las leyes divinas y los derechos de otras personas. Hay ofrenda de expiación que asegura el perdón y la reconciliación con Dios.
LA CULPA VERDADERA EN EL NUEVO TESTAMENTO
La culpa es judicial. La palabra tiene una connotación legal y sugiere que existe responsabilidad personal. Cada uno de nosotros seremos llamados a cuentas y responsabilizarnos de las faltas, ya sea en una corte judicial o bien el tribunal divino en el cielo. Romanos 14,12 “De manera que cada uno de nosotros dara a Dios cuentas de si”
Aquí la culpa verdadera es resultado del pecado. 1 Corintios 11,27
La culpa es la condición en que estamos cuando pecamos. Santiago 2,10
La culpa verdadera exigia un pago sacrificial por violar la voluntad escrita de Dios. Hebreos 10,10
EL CORDERO DE SACRIFICO DE DIOS, ES EL UNICO PAGO ACEPTABLE POR NUESTRAS CULPAS. Isaias 53,6-10
La Respuesta de nosotros a la culpa verdadera:
LA CULPA FALSA
Se basa en sentimientos que nos condenan porque no hemos cumplido con las expectativas que teníamos o que otros tenían con nosotros.
Como dominar la culpa falsa?
Reconocer que cada uno es culpable de sus acciones. Yo no soy culpable de lo que el otro decide hacer. La culpa es del otro y no la mia.
La culpa lleva a la vergüenza: Esta es emoción dolorosa provocada por un sentido de culpabilidad fuerte.
Experimentamos vergüenza, cuando mi culpabilidad pasa de reconocer que he hecho algo malo a la convicción de que soy malo.
La vergüenza no se basa en lo que he hecho, sino que me avergüenzo de lo que soy. La vergüenza surge cuando por mi hacer, o mi posible hacer, siento que puedo dañar mi autoimagen, y la culpa cuando juzgo que lo que hago o hice, dañó a otro.
Aceptar que somos defectuosos nos ocasiona un profundo defecto sentimiento de devaluación y un constante temor de ser abandonados y rechazados. A menudo las cicatrices emocionales provocadas por la vergüenza son devastadoras y pueden durar toda la vida. Job 10,15 “Si fuere malo ay de mi y si fuere justo, no levantaré mi cabeza”
El miedo surge sin ser notado como subproducto de la culpa falsa.
El enojo es la forma que nosotros combatimos los sentimientos de culpa. La necesidad de controlar lo que no rodea provocada por el enojo escondido es donde la culpa falsa surge como el enemigo más manipulador y engañoso.
La culpa verdadera.
La culpa falsa:
CRISTO OFRENDA DE TODA CULPA HEBREOS 10,1-23.